Bloodborne: Una Cacería de Ensueño

    Aun recuerdo, hace ya bastante tiempo, la primera vez que jugué a Dark Souls. Un amigo muy fan de la saga me lo prestó para Play 3 y le di una oportunidad. Estaba bien pero, nunca llegué a pasármelo. No por falta de habilidad, derroté al gordo y el flaco a la primera, pero entre que ya conocía el juego por culpa de videos de youtube y que llevaba tiempo queriendo jugar otras cosas, al final lo acabé abandonando. Los Souls, simplemente, no eran para mí. No lograba conectar con esa narrativa sutil. Y para qué mentir, me tocaba las pelotas que todos los personajes se rieran en mi cara cada vez que quería algo de información.

    Sin embargo, años después decidí jugar a un juego que me decían que no era como los demás. Era más rápido y visceral, con una historia nueva y una ambientación victoriana. Fue entonces cuando jugué a Bloodborne y… Me gustó. Y ya. En fin… Hablemos de Bloodborne.

    Bloodborne es un Souls y los souls tienen fama de ser difíciles. Así que pregunto. ¿Es Bloodborne difícil? Si y no. 

    La dificultad de Bloodborne se resume, dicho pronto y mal, en que te pegan fuerte. Esto en los otros juegos de la franquicia significaba ir con cuidado y con el escudo preparado por si te atacan al girar la esquina, porque lo van a hacer. Era un combate de esperar y atacar en el momento justo, irónicamente, turnándose con el enemigo a la hora de repartir mamporros. Pero en Bloodborne no tienes escudo. Aquí tienes una pistola con la que, si disparas bien, lograrás desestabilizar al enemigo y hacerle mucha mucha pupa. Aparte de eso, si te pegan y tu pegas de vuelta lo suficientemente rápido recuperarás parte de la vida. Esto, junto con un movimiento bastante más ágil que en Dark Souls, incita un combate más agresivo. Tanto que a veces compensa recibir daño si con eso logras acabar con tu rival, ignorando completamente la defensa. Es un combate más instintivo, más Berserk. Ya no eres un no muerto cualquiera, que busca avanzar por Lordran como puede, huyendo si el peligro es demasiado fuerte. Ahora eres un cazador y son tus presas las que deberían huir.

Bloodborne ocurre durante una sola noche. Es una experiencia de erasmus ingles promedio

    Para cualquiera que tenga ojos y sentido del gusto, puede ver que Bloodborne es precioso. La ambientación está claramente basada en dos influencias claras: la Inglaterra victoriana y la historia de Lovecraft. Esto primero se ve principalmente en la propia ciudad de Yharnam, en su calles, edificios, plazas y lugares más naturales solo que están habitados por monstruos. Como Inglaterra. El diseño sonoro también es excelente, cada golpe que das sientes como la sangre sale a borbotones, los gruñidos lunáticos de las bestias o ese incómodo silencio únicamente roto por tus pasos cuando estás en un lugar oscuro. La ausencia de música añade tensión a toda la aventura. 

    La atmósfera es de puro terror. Sabes que estás en un lugar hostil lleno de bestias que quieren acabar contigo y, aunque estés armado, sigues siendo frágil. Una esquina puede ser tu perdición y hay zonas, como el bosque prohibido, donde hay trampas para los no cuidadosos. Además , a medida que avanzas en el juego los enemigos son cada vez más peligrosos y, cómo decirlo, extraños. Pasas de hombres locos, lobos, cuervos, cerdos, esos tipos que parecen trolls, más bestias y seguidores de la iglesia a enfrentarse a bichos feos, hombres con serpientes, fantasmas, calamares chungos, carros llenos de esqueletos mezclados por el odio y demás horrores de la naturaleza. 

    Todo esto se va a la porra cuando te enfrentas a un jefe. Los jefes de Bloodborne son increíbles. Todos. Bueno, tu no Micolash, jugar al pilla pilla contigo es un dolor de muelas. Pero si, el resto son increíbles. Cambian por completo la dinámica del juego. Antes pensabas bien los combates, cuantos enemigos hay, qué recursos dispones, analizas el escenario por si hay algo a tu favor, acercarte por detrás para meter un buen primer golpe. Con los jefes es puro caos. Te pasas el todo el rato moviéndote, reaccionando, es como esos momentos de dragon ball en los que solo llueven puñetazos, guiándote por instinto de supervivencia hasta que uno de los dos cae. Si tengo que escoger a mis favoritos serían German y Maria, porque representan lo que es un auténtico CAZADOR, Martir Logarius, por la gran mezcla de magia y ataques físicos, y Ludwig, por su historia. 

Se dice mucho sobre la imposición del "Sueño del Cazador". A mi no me molesta nada que el juego me haga desconectar de tanta matanza para viajar o subir de nivel y tomar un respiro. 

    Y hablando de historia, vamos a ver la gran historia de Bloodborne. A espera, que no hay. Seamos sinceros chicos, Bloodborne no tiene trama. Y si la tiene es tan simple y cutre que no merece la pena tenerla en cuenta. Empezamos el juego, nos dicen que matemos bichos y acabamos el juego. Con varios finales sí, con sentido en el lore, si; pero tampoco es que influya mucho. Si tienes cordones umbilicales suficientes y sabes para qué sirven (con guía claro, porque el juego no te va explicar que sirven para los finales) puedes escoger que final quieres. Es cierto que los hechos pasados y la mitología del juego es fascinante, pero el presente…El juego es más bien tú recorriendo Yharnam descubriendo porque todo acabó mal y las secundarias, que sin guia va a ser complicado que las acabes todas y tampoco son nada del otro mundo. Eileen se dedica a cazar a cazadores que han perdido la cabeza y termina cuando se encuentra a uno demasiado fuerte. Alfred es un inquisidor que quiere acabar con los Sangrevil, lo hace y luego muere. Esta Iosefka que experimenta con humanos hasta que le da un jamacuco y ya no puede seguir. No son precisamente historias que me cautivan, la verdad. Quiero decir, coger una sartén oxidada para una vieja en The Witcher 3 tiene más personalidad que esto. Y lo que más me fastidia es que todo ocurre fuera de cámara. Me explico. No ves como Iosefka experimenta, no ves como Alfred acaba con los sangrevil.

    Los personajes tampoco son nada del otro mundo. Son estereotipos y no me malentiendan, funcionan. Pero, de verdad, salvo tal vez la Muñeca, ningún personaje debe tener más de cinco conversaciones en todo el juego. Eso si te encuentras a los personajes, claro; porque hay alguno que, como no te de por estar mirando por cualquier rincón del mapa, no lo vas a encontrar. Gherman por ejemplo, aparece al principio y parece que va a ser tu mentor en este viaje. 

    Parece. 

    Porque después de derrotar a la Bestia Sedienta de Sangre y hablarte de los Cálices el tío desaparece HASTA EL FINAL DEL JUEGO. Y no digo final, en plan, las últimas dos horas. No. Final Final, los últimos tres minutos si escoges el final en el que te “despiertas”. Y repito, el Lore es muy bueno. La corrupción de la iglesia, las matanzas de los cazadores y la culpa por ello, el concepto de las pesadillas, los diferentes modos que tienen los humanos para ascender a ser unos Grandes y todo lo que tiene que ver con el DLC.. Demonios, cuando sales de la capilla tras matar a Rom y ves a ese “ser”, sabiendo que siempre estuvo ahí, observando, es increíble. Y con esto tengo otra gran pega con el juego, aparte de su cutre trama y personajes no tan buenos. 

    Para este artículo he leído un puñado de obras de Lovecraft, así como de algunos autores que siguieron su senda y estilo. Si hay algo que me ha quedado claro es que los Dioses de Lovecraft están en un plano existencial tan por encima de nosotros que no les importamos en absoluto. Somos como hormigas para ellos. Cierto, de vez en cuando tratan con nosotros por diversión o curiosidad pero nunca nos toman realmente en serio. Tienen sus cultos y no conviene interferir en ellos. Saben que no somos nada especial, ya no decir un peligro. Y si hay algún pobre diablo que acaba en el sitio equivocado en el momento equivocado acaban con nosotros en un suspiro. Sin embargo en Bloodborne…

    Puedes matarlos. 

    Y no matas pocos precisamente. ¿Ese bicho tenebroso que te pone la piel de gallina cuando lo ves? Si, te lo cargas. Que a ver, no se cual es la posibilidad de que una hormiga venza a un ser humano pero el que puedas vencerlos, en mi opinión, le quita una gran mística de poder a los “Grandes”. No son dioses con un conocimiento y poder supremo. Son monstruos, más fuertes si, pero vencibles. Da igual que te cuenten todas sus hazañas, como lo veneran o todo el Lore que te cuenten en los objetos. Al final, la jugabilidad prevalece. La filosofía de Souls de “si sangra, podemos matarlo”. Y que quereis que os diga. O nosotros somos dioses o ellos nunca lo fueron. 

Parece aterrador, pero solo te lleva al DLC

    Me gusta Bloodborne. Me lo paso muy bien matando a todo lo que se mueve y simplemente disfrutando de la atmósfera. Ojalá tuviera un modo foto, porque se podría hacer un museo entero con este juego. Si tienes PS4 es una buena compra, porque además suele estar como a 20€ con el DLC incluido y es un buen rato garantizado. Jueguen Bloodborne


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